El Camino a Emaus: Una Caminata Que Lo Cambio Todo

Quiero comenzar compartiendo una verdad que tenemos que saber. Estamos viviendo en un tiempo donde la realidad más importante en el mundo es la verdad.

No me refiero a una verdad falsa y superficial del día, sino la verdad de Dios. Una verdad que salva y que salva del infierno. Esa verdad se encuentra en la palabra de Dios. Se encuentra solo en Jesús.

Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

Solo por la obra del Espíritu Santo podemos entender la biblia, pero antes de eso tenemos que nacer de nuevo. Sin esa obra del Espíritu en nuestras vidas no podemos tener la certeza de que 1) somos salvos y 2) podemos entender las escrituras.

Pero conocer la verdad de las escrituras es de gran bendición a nuestras vidas, podemos vivir vidas llenas de gozo, de paz, de contentamiento y llenos del conocimiento de quién es Dios. De ver a Dios claramente, no lo que nosotros entendemos creer de Dios, sino ver todo a través de la perspectiva de Dios, esa es la verdadera manera de verlo.

La historia a continuacion de lo que estare escribiendo se encuentra en Lucas 24:13-35, antes de seguir leyendo te invito a que leas esa porcion de las escrituras.

Esto lo podemos ver claramente en la historia de estos dos discípulos que iban de camino a Emaús. Dos hombres que estaban en la oscuridad, estaban confusos, tristes, y desesperanzados, y lo mejor que les sucedió fue cuando Jesús les abrió las escrituras.

Los alumbro, les saco de la oscuridad y la confusión donde estaban. En Lucas 24: 27 nos da un resumen de eso, “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.”

Y cuál fue la respuesta de ellos cuando sus ojos fueron abiertos, esta fue su respuesta en el versículo 32: “Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?”

Que glorioso cuando el Señor abre nuestros ojos para entender las escrituras. ¿No arde tu corazón cuando leemos o nos abren las escrituras?

Pero cuando entramos en la historia de estos dos discipulos podemos casi escuchar su conversacion. Pensando y discutiendo lo que habia ocurrido con su Maestro, aquel que redimiria a Israel ahora esta muerto.

Mientras conversaban se les acerca aquel de quien hablaban pero no lo reconocieron. No pudieron reconocer al dador de la vida.

Sus ojos estaban velados

Verso 16 – 17

Dios les impidió reconocer a Jesús. El Mesías estaba delante de ellos, pero no lo reconocieron. Estaban tristes y confundidos, sin esperanza, porque su maestro había muerto; sin embargo, lo tenían delante de ellos, pero no lo reconocieron.

Pero Jesús se les acerca y les pregunta, ¿Qué discusiones son estas que tienen entre ustedes mientras van andando?». Y ellos se detuvieron, con semblante triste.

Eres tú el único que no sabe lo que ha acontecido

Verso 18

Uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo: «¿Eres Tú el único visitante en Jerusalén que no sabe las cosas que en ella han acontecido en estos días?».

Al parecer toda Jerusalén estaba enterado de la crucifixión de Jesús, todo el mundo sabía lo que ha ocurrido.

Pero lo primero que le pudieron decir fue una pregunta, ¿donde tú estabas que no sabes lo que sucedió?

A continuacion les comparto un extracto de la predicacion de R.C. Sproul de su predicacion de Lucas 24:13-35, de lo que Jesús le pudo haber contestado a esa pregunta.

Pues estaba con algunos de mis amigos y celebramos juntos la Pascua. Después de eso, fui al huerto de Getsemaní en el Monte de los Olivos, y oré tan intensamente que sudaba gotas de sangre, rogando a Mi Padre por la misión que tenía delante de Mí.

Cuando termine de orar me salió al encuentro una compañía de soldados con antorchas y espadas, y los dirigía un amigo que se acercó y me dio un beso, y cuando me dio el beso me arrestaron.

Después de interrogarme, Pilato dijo a los que estaban allí: «No encuentro ningún delito en él». Estaba a punto de liberarme, pero la multitud comenzó a gritar y a clamar para que me crucifiquen.

Pilato se rindió a las voces de la multitud. Me azotaron, me golpearon y me pusieron una corona de espinas, luego me obligaron a cargar mi cruz y me condujeron fuera de la ciudad de Jerusalén, a un lugar llamado Gólgota, donde fui crucificado.

“Y aunque fui ejecutado como un criminal para satisfacer la maldad de los hombres que gritaban por mi muerte, si no que tambien fui sometido a la ira absoluta de Dios, donde ante Su rostro fui abandonado. 

Donde Él puso sobre mí Su santa maldición y me contó como pecado, como puso sobre mí los pecados de Mi pueblo, algo que a ningún ser humano jamás se le había pedido que soportara en la historia del mundo.

Finalmente, encomendé Mi alma y mi espíritu al cuidado de Mi Padre, y morí.

Luego de eso tomaron mi cadáver, lo envolvieron, me ungieron con especias aromáticas y pusieron guardia frente a la cueva, también pusieron una enorme piedra frente a ella. Allí estaba yo, un cadáver en la tumba.

Esta mañana temprano, un estallido cósmico de poder creativo vino sobre Mí de manera sobrenatural y devolvió Mi alma y Mi cuerpo. Mis ondas cerebrales comenzaron a operar de nuevo. Mi corazón comenzó a latir y a pulsar con sangre circulando por Mis venas y arterias y abrí Mis ojos. Vivo, y por el poder de Dios, pude escapar de los lienzos que me ataban allí. Los ángeles vinieron y quitaron la piedra, y salí vivo al amanecer. 

¿Y tú dónde has estado estos últimos días?

Esa es la repuesta que Jesús le hubiera dado a estos hombre pero Lucas no nos dice eso, sino que pregunto: ¿Qué cosas?

Jesús los reprende

Verso 25 – 26

“Entonces Jesús les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en Su gloria?».”

Escucharon la noticia que las mujeres les llevaron, pero no entendieron, no creyeron. Pero Jesús les abre las escrituras y se las interpreta.

Jesús interpreta las escrituras: Dos puntos para compartir

Versos 27 – 31

1. La necesidad de entender

Solo Jesús puede abrir tus ojos para entender las escrituras, solo Jesús puede abrir tu entendimiento para comprender las escrituras.

Como cristianos necesitamos crecer en las escrituras, lo que significa que nuestro Dios nos da la bendición de entender la escrituras. Podemos sentarnos, leerla y comprender lo que dice mientras nuestra alma es alimentada con maná del cielo.

El fundamento de nuestra caminar diario como hijos e hijas de Dios se halla en la palabra:

  • En la palabra podemos conocer que somos bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo
  • En la palabra sabemos que Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él
  • En la palabra conocemos que en amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de Su voluntad
  • En la palabra sabemos que en Él tenemos redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de Su gracia 8 que ha hecho abundar para con nosotros
  • En la palabra conocemos que en toda sabiduría y discernimiento nos dio a conocer el misterio de Su voluntad, según la buena intención que se propuso en Cristo 
  • En la palabra tenemos el conocimiento que en Él hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de Aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de Su voluntad, a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo, seamos para alabanza de Su gloria

Hermanos, conocer estas verdades podemos guardarnos del mundo.

2. La fuente del entendimiento – la misma escritura

Comenzando con Moisés y los profetas

  • Menciona Génesis 3:15 “Pondré enemistad Entre tú y la mujer, Y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá en la cabeza, Y tú lo herirás en el talón”.
  • Le abra mencionado el pacto con Abraham, y como en Génesis 15:6 de como Abram creyó en el Señor, y Él se lo reconoció por justicia.
  • Le abra mencionado cuando Dios mando a Abraham a sacrificar a su hijo y dijo: “Isaac habló a su padre Abraham: «Padre mío». Y él respondió: «Aquí estoy, hijo mío». «Aquí están el fuego y la leña», dijo Isaac, «pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?». Y Abraham respondió: «Dios proveerá para Sí el cordero para el holocausto, hijo mío».”
  • Y ese gran capítulo en Isaías 53, donde senos habla del Mesías claramente, que fue despreciado y desechado de los hombres, Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca, y como cordero fue llevado al matadero.

Les abrió las escrituras y les mostró todo lo concerniente a El, y les contesto la pregunta que les hizo. ¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en Su gloria?

Y les mostró lo necesario que era.

Después de darle todo ese banquete, de mostrarle todo lo referente a Él, llegaron a una aldea y lo invitaron para que se quedara con ellos. Se sentaron a la mesa para partir el pan, y al Jesús partir el pan, les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron; pero Él desapareció de la presencia de ellos.

Y su respuesta inmediata fue decir…

No ardía nuestro corazón dentro de nosotros

Verso 32

¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?

El Espíritu de Dios penetro los corazones de estos hombres, no solamente para que entendieran las escrituras, sino para hacer un cambio profundo en sus vidas.

Una pasión por Dios que transformo sus vidas por completo, un cambio para compartir lo que Jesús hizo por ellos, para que el perdido pueda conocer al Salvador, aquel que murió en un madero y al tercer día resucito.

En el versículo 35 dice que contaban sus experiencias en el camino y estoy seguro de que nunca dejaron de contar la historia de como el Señor abrió sus ojos a la verdad del evangelio.

¿Por qué crees que sabemos que uno de ellos se llama Cleofás? Estos hombres fueron impactados por lo que ocurrió allí. Estoy seguro que a donde quiera que iban contaban como se encontraron a Jesús en el camino y como les abrió los ojos.

Después de eso dice, «Levantándose en esa misma hora, regresaron a Jerusalén, y hallaron reunidos a los once apóstoles y a los que estaban con ellos, que decían: «Es verdad que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón». Y ellos contaban sus experiencias en el camino, y cómo lo habían reconocido al partir el pan.»

Les abrio el entendimiento.

Abre el entendimiento de los discípulos

Pero no solo hizo estos con esos dos discipulos sino tambien con los otros discípulos.

En Lucas 24: 44-45 dice, «Después Jesús les dijo: «Esto es lo que Yo les decía[o] cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos». Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras.»

Les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras y después les compartio y recordo el evangelio, los envió a predicar ese mismo evangelio para el perdón de los pecados a todas las naciones.

El glorioso evangelio de aquel que esta sentado a diestra del Padre.

El evangelio de Cristo

Cuando el Señor abre los ojos y el entendimiento, vemos claramente a Cristo y comprenderemos las escrituras. El evangelio se hace glorioso y podemos ver el sacrificio de Cristo en la cruz.

Podemos ver la grandeza de aquel que vive para siempre y que está sentado a la diestra de Dios e intercede por nosotros.

Cuando Jesús abre nuestros ojos y nos abre el entendimiento, podemos vivir en este mundo de una forma digna de Él en obediencia, de una forma que podamos glorificarle caminando dentro de su voluntad.

Esforzándonos cada día hasta que él venga.

En el verso 51 de Lucas 24 dice: “Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.”

Y así, hermanos, como le vieron ellos subir al cielo, nosotros le veremos en ese gran día cuando Jesús vuelva por su iglesia.

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