El Domingo Ya Está Aquí

Ya es un nuevo día, después de un viernes lleno de angustia y tristeza, el sol alumbra en un nuevo amanecer, pero aun saliendo el sol fue un día oscuro. Fue un día lleno de vergüenza y arrepentimiento.

Por lo menos para Pedro y los demás discípulos, después de negar al Maestro tres veces. Mateo nos dice que después de negarlo esa tercera vez, Pedro “saliendo afuera, lloró amargamente.” Aquel que ha llorado amargamente sabe lo que se siente eso.

Aunque no menciona los otros discípulos, podemos suponer que también lloraron después de salir corriendo y dejar a Jesús solo.

Las escrituras no nos dice mucho de lo que ocurrió ese sábado, no sabemos nada de lo que los discípulos hicieron ese día. ¿Se abran levantado de la cama? ¿Abran comido algo? ¿Estarían pensando en lo que transcurrió el día anterior?

No sé, pero de una cosa puedo estar seguro y es que tuvo que haber sido el sábado más oscuro de sus vidas. Un sábado sin esperanza y sin fuerzas para seguir caminando. El sábado más largo de sus vidas.

Pero lo más extraño es que Jesús mismo les dijo lo que iba a suceder. Que tenía que ser crucificado, pero que al tercer día iba a resucitar. Les dijo que iba a ser entregado a personas que lo odiaban y que lo iban a matar. Todos escucharon eso, aun las mujeres que van a la tumba el domingo temprano.

No entendieron lo que les decía, esa información no les penetro el alma o tal vez no le creyeron. Pero, ¿realmente somos tan diferentes? El ser humano tiene una tendencia de olvidar.

¿Nunca te has dado cuenta de eso? En nuestra tristeza más profunda y en la tempestad más grande se nos olvida lo que Jesús nos has prometido. Luego nos agobiamos sin pensar en Dios y sin pensar en Sus promesas.

Pero Números 23:19 dice, “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?” Su palabra es verdadera.

Jesús nos ha prometido…

  • Que proveerá para nuestras necesidades (Filipenses 4:19)
  • Que nos dará descanso para todas nuestras ansiedades y preocupaciones (Mateo 11:28)
  • Que nos dará paz para nuestras almas cargadas de tribulación (Juan 16:33)
  • Que estará con nosotros todos los días hasta el fin (Mateo 28:20)

Sin embargo, se nos olvida todas las promesas que están en Su palabra. Pero cuando Dios cumple su palabra, nos sorprendemos de lo que hace por nosotros cuando ya lo había dicho que lo iba a hacer.

No somos tan diferentes a los discípulos, muchas veces tenemos sábados oscuros. Sábados que parecen no acabar. Pero se nos olvida que el domingo ya viene, o mejor dicho que el domingo ya está aquí.

Cuando las mujeres fueron a la tumba temprano en la mañana se encontraron que estaba abierto y vacío. ¡No sabían que Jesús había resucitado! Ni se lo imaginaron hasta que el maestro se les apareció.

Lo que dijo que iba a suceder se cumplió, porque Dios cumple todo lo que dice. De eso podemos estar totalmente seguros. Vivimos mejor cuando caminamos seguros de que Dios cumple lo que dice.

Vivimos mejor sabiendo que el domingo ya está aquí.


Inspirado por el artículo de Tim Challies

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